Singapur es la ciudad más cara del mundo para vivir, según un informe del semanario británico The Economist. Esto se debe a que el dólar singapurense es una moneda fuerte, lo que significa que los precios de los bienes y servicios son altos.
Los alimentos, las bebidas alcohólicas y la ropa son especialmente caros en Singapur. Por ejemplo, un kilo de pollo cuesta alrededor de 20 dólares singapurenses, una botella de vino cuesta alrededor de 100 dólares singapurenses y una camiseta cuesta alrededor de 50 dólares singapurenses.
El costo de un auto también es muy alto en Singapur. Para comprar un auto, se necesita un certificado llamado Certificate of Entitlement (COE), que cuesta alrededor de 106.000 dólares singapurenses.
Singapur introdujo un sistema de control de la propiedad de automóviles en 1990 para reducir la congestión del tráfico. Este sistema, conocido como COE, requiere que los propietarios de automóviles compren un certificado antes de poder comprar un vehículo. El certificado tiene una validez de 10 años y se vende en subastas cada dos semanas. El gobierno controla la cantidad de certificados disponibles, que depende del número de automóviles que se retiran de la carretera.
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Este sistema ha sido eficaz para reducir la congestión del tráfico en Singapur. Sin embargo, también ha contribuido a que Singapur sea una de las ciudades más caras del mundo para vivir. Esto se debe a que la demanda de certificados COE es alta, lo que hace que los precios sean elevados.
Ciudades más caras
Singapur y Zúrich son las ciudades más caras del mundo para vivir, empatadas en el primer lugar. Ambas ciudades son capitales financieras y tienen monedas fuertes.
Zúrich es una ciudad cara, especialmente en alimentos, artículos para el hogar y entretenimiento. La fortaleza del franco suizo ha contribuido a que la ciudad suba en el ranking.
La debilidad del dólar ha provocado que las ciudades estadounidenses caigan en el ranking. Nueva York, la ciudad más cara el año pasado, cayó al tercer lugar, empatada con Ginebra.
La crisis mundial del costo de vida sigue presente en 2023, a pesar de que los precios de la energía y los problemas de la cadena de suministro se han suavizado. La inflación sigue siendo alta en todo el mundo, con un aumento medio del 7,4% en los precios de 200 productos y servicios.
Ciudades más baratas
Damasco, la capital de Siria, es la ciudad más barata del mundo para vivir, incluso después de que los precios aumentaran un 321% en términos de moneda local.
Este aumento se debe a la retirada de los subsidios gubernamentales y la devaluación de la moneda siria. Como resultado, los costos de importación se dispararon.
Otras ciudades baratas para vivir son Teherán, Irán, y Trípoli, Libia. La tasa de inflación en Teherán es alta, casi el 49%, mientras que los precios en Trípoli aumentaron poco más del 5% el año pasado.
The Economist afirma que estas tres ciudades son particularmente baratas en comestibles, así como en otros artículos para el hogar y cuidado personal.
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América Latina
En el estudio de este año, tres ciudades latinoamericanas escalaron posiciones en el ranking de las ciudades más caras del mundo. Estas ciudades fueron Santiago de Querétaro y Aguascalientes, en México, y San José, la capital de Costa Rica.
El estudio cubre 173 ciudades del mundo, pero el promedio global se ha calculado excluyendo a Kiev, Ucrania, y Caracas, Venezuela, que enfrenta una hiperinflación.
En América Latina, Ciudad de México es la ciudad más cara.
La fortaleza de las monedas mexicanas y costarricenses fue el principal factor que contribuyó al ascenso de estas ciudades en el ranking. Los bancos centrales de estos países aumentaron las tasas de interés para frenar la inflación, lo que provocó que sus monedas se apreciaran frente al dólar.
¿Cuál es la más barata?
A pesar de la alta inflación que se espera en Argentina para 2023, Buenos Aires es la ciudad más barata de América Latina y el Caribe. Esto se debe a la devaluación del peso argentino.
Una persona que tiene dólares hoy en Buenos Aires puede conseguir muchos más pesos al cambio que hace un año. Esto se debe a que la inflación ha aumentado más rápido que el peso argentino.
Según Mali Chivakul, economista de mercados emergentes en J. Safra Sarasin Sustainable AM, Argentina se encuentra en una situación de inestabilidad económica. La inflación ha aumentado rápidamente, mientras que el peso argentino oficial se ha debilitado más lentamente.
Como resultado, el tipo de cambio real se ha apreciado bruscamente desde 2022. El peso argentino oficial se gestiona con diversas herramientas de control de capitales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que la sobrevaloración del tipo de cambio real se sitúa entre el 15% y el 20%. El mercado paralelo ofrece un tipo de cambio no oficial hasta un 150% más débil que el oficial.
Por eso, aunque la población de Buenos Aires sufre un ciclo de inflación intenso, su comparación con el dólar la hace una ciudad asequible.
Redacción GossipChile