Un ciudano español preso en Tailandia desveló lo que le aguarda al confeso asesino de Edwin Arrieta.
Luego de que se hiciera público que Daniel Sancho, fue el responsable de la muerte del cirujano colombiano Edwin Arrieta, tenía un juicio pendiente en Madrid por una agresión a un hombre en 2019, surgieron especulaciones sobre su posible extradición a España. No obstante, el 19 de septiembre, la Fiscalía de España confirmó que no solicitará la extradición de Sancho, lo que significa que deberá enfrentar el juicio por videoconferencia u otra alternativa que permita la justicia tailandesa.
Cabe destacar que, esta decisión descarta lo que se consideró como el último recurso de la defensa de Sancho, que buscaba que el confeso asesino fuera juzgado en España, para así evitar tener que ir al corredor de la muerte. Por lo tanto, lo único que le queda es esperar que le den cárcel de por vida, pero según la experiencia de Artur Segarra, un español encarcelado en el país asiático, es un calvario.
Ahora bien, Segarra se ha convertido en una figura recordada en España en relación con el caso de Daniel Sancho, ya que en 2016 fue condenado a pena de muerte en Tailandia, pero se salvo de morir dado que recibió un indulto real que lo condenó a cadena perpetua, algo que según él es parecido a estar muerto en vida.
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Entre tanto, el preso ha enviado una carta a Daniel Sancho en la que le da algunos detalles de cómo es la vida en una prisión asiática, específicamente en la cárcel de Bang Kwang donde este sujeto ha estado recluido durante siete años, los cual él ha descrito como un verdadero infierno.
Asimismo, en su carta explicó inicialmente su rutina día a día junto a sus otros compañeros “Me levanto a las 3:30 horas de la mañana para leer la Biblia. Las celdas son comunas de unos 20 a 24 presos. A las 6:50 horas de la mañana abren las puertas para una duda, a las 7:00h el desayunar. El presupuesto diario por preso para tres comidas es de 1,50 euros. A las 13 horas como con mi amigo y a las 15:45 horas nos encierran de nuevo, 16 o 17 horas al día sin comida, solo agua, durmiendo en el suelo con tres mantas”.
Por último, antes de finalizar la carta, Segarra advierte sobre el peligro que representan las cárceles en Tailandia, y aunque ahora cuentan con cámaras de seguridad, él mismo se protege con un objeto punzante para prevenir posibles ataques de otros presos, asegurando que vivir con miedo será su nuevo pan de cada día.
Redacción GossipChile con información de La Patilla